Tal como están las cosas, el ahorro se ha convertido en algo fundamental que debemos mantener en todos los aspectos de nuestro día a día, aunque hay veces en que, por desconocimiento o por creencias populares en muchas ocasiones falsas, cometemos algunos errores que provocan justamente lo contrario.
Si sigues leyendo descubrirás algunos trucos y consejos para combatir la cuesta de enero durante todo el año.
1. los fluorescentes consumen más cada vez que se encienden
El encendido de estos supone un sobreconsumo, pero de apenas un fracción de segundo, por lo que nunca compensará el hecho de dejarlos luciendo.
2. Los aparatos en standby no consumen
Mantener los aparatos en modo espera supone hasta un 15% de la energía que consumiría este aparato si estuviese encendido.
3. Elevar a la máxima potencia la llama en los fogones de gas, calienta antes los alimentos.
Totalmente falso, ya que las llamas que sobresalgan de la base del recipiente, además de no calentar quemarán la olla o sartén.
Siempre debemos fijarnos que la llama se ajuste al fondo del recipiente, y utilizar tapas en ollas y sartenes para evitar el derroche de energía.
4. La cocina de gas gasta más que la eléctrica
Aunque son más modernas, las cocinas vitrocerámicas consumen hasta cuatro veces más que las de gas. Por eso, lo ideal es utilizar sartenes, cazos y ollas con fondo grueso difusor, y conseguir una temperatura homogénea, sin olvidarnos de taparlas para aprovechar mejor el calor.
5. Usar el lavavajillas supone más gasto que el hecho de lavar a mano
A pesar de lo que parece, lavar a mano consume más que usar el lavavajillas puesto que siempre que esté completamente cargado o en el programa de media carga, el lavado a máquina llegar a ahorrar un 40% más de agua y un 10% de energía.
6. Los grifos monomando ayudan a ahorrar
Sí, pero siempre y cuando se utilicen correctamente.
Hay que recordar que cada vez que se abre el grifo en posición de agua caliente, se generan continuos picos de consumo al encender la caldera, que son totalmente innecesarios si estamos utilizando agua fría.
7. Apagar la calefacción consume más que mantener una temperatura constante
En invierno, la temperatura ideal varía entre los 19º y los 23ºC y durante la noche baja hasta los 15ºC, una temperatura que podemos obtener, muchas veces, sin necesidad de encender la calefacción. Por lo tanto, mantener una temperatura constante supone un gasto de hasta un 13% extra, mucho más del pico de calor necesario para volver calentar la casa el día siguiente.
8. Para mantener la casa caliente hay que tener una temperatura constante en todas las estancias
Para mantener un ambiente y temperatura de comfort no necesitamos tener todas las habitaciones a la misma temperatura. Lo ideal es que aquellas que no se utilicen, tengan los radiadores cerrados o apagados y las puertas cerradas, de esta forma evitaremos derrochar energía de forma innecesaria.
9. Un frigorífico semivacío consume menos que lleno.
Los alimentos retienen más el frío que el aire, por lo cual no debemos comprar un refrigerador muy grande aun que tampoco atiborrarlo en exceso, lo ideal es colocar los alimentos de forma que circule el aire entre ellos.
10. Lavar la ropa a temperatura alta y con mucho detergente deja la ropa más limpia.
Ahora hay detergentes formulados para dejar la ropa limpia a temperatura muy baja, por lo tanto a no ser que la ropa esté muy sucia es mejor lavarla a 30 grados. En cualquier caso, una colada a esta temperatura gasta la mitad que una a 60 grados.
Si pones en práctica algunos de estos sencillos trucos, verás cómo ahorrar se convierte muy pronto en una cómoda rutina y con un mínimo esfuerzo, se reduce tu factura.
Hasta pronto!